¿Qué es el colágeno y qué papel desempeña en nuestra salud?
El colágeno deriva etimológicamente de la palabra griega “kólla”, que significa “pegamento”, y es una proteína estructural. Es un componente esencial del tejido conjuntivo y cumple la función de mantener unidas las estructuras de nuestro cuerpo, así que el nombre lo dice todo. Con una proporción superior al 30 %, el colágeno es la proteína más abundante del cuerpo humano. Como proteína estructural básica, garantiza la resistencia a la tracción del tejido conjuntivo y se encuentra en todas las partes del cuerpo que requieren estabilidad y forma, como los ligamentos, los tendones, los cartílagos, los huesos, el periodonto, los vasos sanguíneos, los músculos y el tejido conjuntivo, así como en la piel. En la piel, el colágeno constituye alrededor del 80 % de todo el tejido. Junto con las fibras de elastina, forma una estructura de red similar a la goma que actúa como un corsé interior para la piel. Esta estructura de soporte garantiza la elasticidad y resistencia de la piel y se encarga de que nuestra piel vuelva a alisarse tras una carcajada.
¿De qué está hecho el colágeno?
El colágeno está formado por células de tejido conjuntivo y consta de 600 a 3000 aminoácidos, según el tipo. Se disponen en largas cadenas proteicas que se enrollan unas alrededor de otras y están formadas principalmente por aminoácidos. Existen enlaces de hidrógeno entre las hebras individuales, que son cruciales para la estabilidad de las fibras de colágeno. Aunque estas fibras no pueden estirarse debido a su estructura especial, se caracterizan por una impresionante resistencia a la tracción. Los aminoácidos prolina, glicina e hidroxiprolina son especialmente comunes en estas cadenas. Estas cadenas polipeptídicas también se conocen como procolágeno. Tres de estas cadenas de aminoácidos se enrollan entre sí para formar una triple hélice, la llamada unidad de tropocolágeno. Cuando varias unidades de tropocolágeno se unen, se forman finas fibrillas de colágeno, que dan lugar a fibras de colágeno más gruesas mediante nuevos ensamblajes. Puedes imaginártelo como una cuerda en la que las fibras individuales se retuercen para formar un grueso haz.
¿Cómo afecta el colágeno al organismo?
El colágeno es importante para la salud de
- Piel, tejido conjuntivo y de sostén
- Huesos, dientes, encías y articulaciones
- Vasos sanguíneos y flujo sanguíneo
- Cabello y uñas
- Musculatura
- Metabolismo
- Salud intestinal
- Sistema inmunitario
- Ojos y más
El colágeno desempeña un papel fundamental en la resistencia y estructura de todo el organismo. Sus efectos se extienden a diversos tejidos y órganos, lo que lo convierte en una parte indispensable de la fisiología humana. A continuación se detallan los efectos del colágeno en distintas partes del cuerpo:
Músculos
Antes se suponía que el colágeno no influía significativamente en el desarrollo muscular, ya que no es una de las proteínas contráctiles responsables del movimiento muscular.
Sin embargo, un estudio de 2015 demostró que tomar colágeno en combinación con entrenamiento de fuerza puede aumentar la masa muscular.
El mecanismo exacto de por qué el colágeno tiene este efecto positivo aún no se conoce del todo.
Se cree que el colágeno puede favorecer la regeneración y reparación del tejido muscular, sobre todo en personas mayores cuya producción natural de colágeno disminuye.
Huesos
El colágeno también es crucial para la estructura y resistencia de los huesos. El tejido óseo está formado por células óseas rodeadas de una matriz extracelular. Esta matriz rellena los espacios entre las células y contiene una elevada proporción de colágeno. El colágeno forma un andamiaje que une el calcio y otros minerales, responsables de la dureza de los huesos. Los estudios también han demostrado que la suplementación con colágeno puede aumentar la densidad ósea, lo que es especialmente importante en la vejez para reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas.
Articulaciones y cartílagos
El colágeno es un componente esencial del tejido cartilaginoso que protege las articulaciones. El cartílago actúa como amortiguador entre los huesos y garantiza que las articulaciones puedan deslizarse suavemente y sin dolor unas contra otras. El colágeno confiere al cartílago su estabilidad y resistencia a la presión, permitiéndole soportar las tensiones y presiones cotidianas. Si hay falta de colágeno o una enfermedad degenerativa como la artrosis, el cartílago puede romperse, lo que provoca dolor y movilidad limitada. La ingesta de colágeno, ya sea a través de la dieta o de suplementos, puede favorecer el mantenimiento y la reparación del tejido cartilaginoso, ayudando a mejorar la salud articular.
Piel
El colágeno también es un factor clave para la salud de la piel. Forma una red de fibras que mantiene la piel firme y elástica. A medida que envejecemos, la producción natural de colágeno disminuye, lo que provoca arrugas y pérdida de elasticidad de la piel. Consumir colágeno mediante suplementos o ciertos alimentos puede ayudar a mejorar la textura de la piel, retener la humedad y ralentizar la aparición de signos de envejecimiento.
Vasos sanguíneos
El colágeno desempeña un papel importante en la estructura e integridad de los vasos sanguíneos. Refuerza las paredes de los vasos sanguíneos y ayuda a mantener su elasticidad. La falta de colágeno puede debilitar los vasos sanguíneos, lo que puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares.
Tejido conjuntivo
Por último, el colágeno también está presente en todo el tejido conjuntivo del cuerpo, que une varios órganos y tejidos. Proporciona soporte estructural y contribuye a la cicatrización de las heridas favoreciendo la formación de tejido cicatricial.
Pared intestinal y mucosa
La pared intestinal está recubierta por una mucosa que sirve de barrera protectora y permite la absorción de nutrientes. El colágeno contribuye a la integridad de esta mucosa sosteniendo la estructura y la resistencia del tejido. Una mucosa sana es esencial para mantener la barrera intestinal e impedir la penetración de sustancias nocivas, como toxinas y bacterias patógenas. La falta de colágeno puede debilitar esta barrera, lo que puede provocar “intestino permeable”, una afección asociada a diversas enfermedades inflamatorias crónicas y autoinmunes.Efecto antiinflamatorio
Efecto antiinflamatorio
El colágeno también puede tener propiedades antiinflamatorias beneficiosas para el intestino. Determinados aminoácidos del colágeno, como la glicina y la glutamina, desempeñan un papel clave en la reparación y regeneración de la mucosa intestinal. Estos aminoácidos pueden tener un efecto antiinflamatorio, ayudando a calmar un intestino irritado o inflamado, lo que puede ser especialmente útil en afecciones como el síndrome del intestino irritable (SII) o la enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa).
Apoyo a la digestión
El colágeno contiene aminoácidos que pueden favorecer la producción de ácido estomacal. Una cantidad suficiente de ácido estomacal es necesaria para la digestión y la absorción de nutrientes como proteínas y minerales. Además, el colágeno puede ayudar a la digestión favoreciendo la motilidad intestinal, que es el movimiento de los intestinos encargado de transportar los alimentos a través del aparato digestivo.
Curación del daño intestinal
Si el intestino está dañado por diversos factores, como una dieta inadecuada, estrés o infecciones, el colágeno puede ayudar a su curación. Favorece la regeneración de los tejidos y la reparación de las paredes intestinales. Esto es especialmente importante en el tratamiento de enfermedades intestinales que pueden dañar la mucosa, ya que una curación rápida y eficaz ayuda a restablecer una función intestinal sana.
Promoción de una flora intestinal sana
Un intestino sano está estrechamente ligado a una flora intestinal equilibrada, es decir, a la comunidad de bacterias beneficiosas del tubo digestivo. El colágeno puede ayudar indirectamente a mantener una flora intestinal sana reforzando la función de barrera del intestino, creando un entorno en el que puedan prosperar las bacterias beneficiosas. Esto también puede ayudar a reforzar el sistema inmunitario, ya que gran parte de éste está anclado en el intestino.
¿Qué provoca la degradación del colágeno?
Existen numerosos factores diferentes que favorecen la descomposición del colágeno. Aquí cabe distinguir entre influencias intrínsecas (internas) y extrínsecas (externas).
Influencias internas
A partir de los 25 años aproximadamente, el metabolismo de la piel empieza a ralentizarse, lo que marca el inicio del proceso de envejecimiento. Como consecuencia, también disminuye gradualmente la producción de colágeno del propio organismo. Con el tiempo, la piel se vuelve más fina y más propensa a la sequedad. La velocidad del envejecimiento cutáneo está en parte predeterminada genéticamente. Los cambios hormonales, como los que se producen durante la menopausia, también pueden acelerar la descomposición del colágeno.
Influencias externas
Entre las influencias externas nocivas que favorecen el envejecimiento de la piel y, por tanto, la degradación del colágeno, se encuentran la radiación UV, el consumo de alcohol y tabaco, una dieta desequilibrada, el estrés, la falta de sueño, el uso de ciertos medicamentos y las temperaturas extremas, ya sean frías o cálidas.
La falta de colágeno en el organismo provoca una pérdida de estabilidad en las capas más profundas de la piel y contribuye a la aparición de arrugas. Además, un bajo contenido de colágeno tiene un efecto negativo en el estado de las articulaciones y los músculos, lo que puede provocar más problemas de salud.
¿Cómo debe tomarse?
Cuidado con los productos de colágeno normales
Los productos con colágeno están actualmente en boca de todos en el mundo de la belleza. Pero sus fórmulas son cuestionables. Su colágeno bovino procede principalmente de la misma ganadería que causa el 80% de la destrucción total de la Amazonia. Las grandes empresas, como un conocido fabricante de leche en polvo, están encantadas de ocultarlo: el negocio ya es demasiado grande. Pero si no quieres renunciar por completo al sueño de una piel joven, existe una alternativa ingeniosa: el colágeno vegano. Funciona incluso mejor y no hay problemas medioambientales.
Los activistas medioambientales están dando la voz de alarma:
El origen del colágeno bovino se remonta a ganado procedente de granjas asociadas a la deforestación de la selva tropical. El hecho de que actrices con gran credibilidad, como Jennifer Aniston, lo promocionen no lo hace mejor. Surgen sufrimientos indecibles. Los pueblos indígenas del Amazonas están pagando un alto precio por un poco más de colágeno en nuestras mejillas, por no hablar de los animales y la irrecuperable vida vegetal que perecen en la tala y quema.
Recetas cuestionables
La cuestión es si los resultados que se prometen pueden conseguirse realmente con residuos procedentes del sacrificio de ganado, purificados y etiquetados con un nombre elegante. En este sentido, los pocos productos vegetarianos de colágeno que hay en el mercado también parecen cuestionables. Las recetas están llenas de errores que difícilmente se cometerían con un mayor conocimiento del contexto. Por ejemplo, no tiene mucho sentido combinar zinc y cobre en una fórmula, ya que son antagonistas que compiten entre sí en términos de absorción. Así que sin duda se puede hacer algo mejor.
¿Qué necesita un buen preparado de colágeno?
En el centro de todo ello están siempre los “centros de mando del cuerpo”, los aminoácidos lisina, glicina y prolina producidos a partir de plantas fermentadas, en los que, en última instancia, también debe descomponerse el colágeno animal durante la digestión antes de que pueda utilizarse para construir colágeno. Por otra parte, para la reticulación estable del colágeno se necesita otro bloque de construcción importante para el organismo: la vitamina C. Hasta aquí, todos los suplementos de colágeno tocan la misma bocina. Pero hay más cosas que considerar si realmente quieres algo especialmente eficaz.
La naturaleza marca el rumbo
A veces se hace referencia a los seres humanos como fábricas químicas, pero, por supuesto, hay algo más que materia. Ante todo, necesitamos Qi, la energía vital que lo controla todo y lo mantiene fluyendo, garantiza el buen funcionamiento y mantiene vivo el cuerpo en primer lugar. La materia sin Qi procedente del laboratorio de química nunca tendrá el mismo efecto positivo que la materia rica en Qi procedente de la naturaleza.
Los aminoácidos también son importantes: algo más que nutrientes para la belleza
Efecto de los aminoácidos formadores de colágeno
En un preparado vegano que promueva el colágeno, ciertos aminoácidos de origen vegetal son indispensables, ya que -junto con la vitamina C de origen vegetal- proporcionan los nutrientes esenciales para la formación diaria de colágeno. Tres de estos aminoácidos son de especial importancia: la L-lisina, la L-glicina y la L-prolina. Éstos pueden obtenerse de plantas fermentadas y desempeñan un papel central en la formación y estabilización del colágeno y la elastina.
También favorecen la renovación celular, el tejido conjuntivo y la cicatrización de heridas. La L-lisina asegura un pelo brillante y una piel firme, por lo que es un factor esencial para la belleza y la juventud. La L-glicina, que también se encuentra en la gelatina, se conoce como potenciador del colágeno y favorece la regeneración de la piel y el crecimiento del pelo. La L-prolina contribuye a la firmeza y estructura de la piel, refuerza la barrera cutánea, puede reducir el aspecto de la celulitis y favorece la formación de ácido hialurónico, que aumenta la hidratación de la piel y rellena las arrugas. Especialmente en combinación con la vitamina C, la L-prolina es crucial para la producción de hidroxiprolina, otro componente importante del colágeno y la elastina, que garantiza la estabilidad y resistencia de las estructuras de colágeno.
L-lisina
La L-lisina no sólo es esencial para la formación de colágeno, sino que también desempeña un papel importante en la formación de músculos y huesos, así como en el sistema inmunitario. Inhibe la actividad de las enzimas que descomponen el colágeno y, por tanto, protege contra la pérdida de colágeno. La lisina contribuye significativamente al mantenimiento de la piel, el tejido conjuntivo, los huesos, los dientes, el pelo, la vista, los tendones, las articulaciones y las paredes de los vasos sanguíneos.
La lisina es especialmente importante para las personas mayores, ya que ayuda a mantener las estructuras corporales y a prevenir la propagación de inflamaciones, alergias y tumores. La falta de colágeno provoca signos de envejecimiento en todas las estructuras corporales, pero la lisina protege el entramado proteico del cuerpo, combate las arrugas y la flacidez del tejido conjuntivo y alarga los telómeros.
L-glicina
La L-glicina desempeña un papel decisivo en la formación del cartílago y contribuye al suministro de energía de las células musculares y al desarrollo muscular. También es un componente importante del metabolismo de la hemoglobina y, por tanto, interviene en el transporte de oxígeno. Además, la glicina forma parte del ADN, contribuye a la regulación del azúcar en sangre, favorece la formación de ácidos biliares y, por tanto, la digestión de las grasas. La glicina también es importante para el sistema inmunitario, y como neurotransmisor tiene un efecto relajante en la contracción muscular.
L-prolina
La L-prolina puede sintetizarse a partir del ácido glutámico, pero esta capacidad disminuye a partir de los 20 años. En la vejez, la falta de prolina puede hacer que se resienta el colágeno del tejido conjuntivo, los huesos y los cartílagos, lo que puede provocar problemas articulares y paredes arteriales inestables. Por tanto, un suministro adecuado de prolina es crucial para que el organismo forme fibras de colágeno estables. La prolina acelera la cicatrización de las heridas, refuerza la digestión y mejora la barrera intestinal, sobre todo en el caso del síndrome del intestino permeable.
Al igual que la lisina, la prolina también protege contra la degradación del colágeno bloqueando la actividad de las enzimas que lo descomponen. Esto es especialmente importante en las enfermedades crónicas, en las que estas enzimas degradantes son más activas. Además, la hidroxiprolina, un compuesto de prolina y vitamina C, tiene un efecto regenerador sobre la inflamación de huesos y cartílagos, favorece la regeneración de los tejidos y promueve la formación de articulaciones.
Consecuencias de la deficiencia de colágeno
Piel y tejido conjuntivo:
- Mejillas caídas, párpados caídos
- Arrugas profundas, piel seca y áspera
- Estrías, pechos caídos, prolapso de órganos
- Dolor de espalda, dolor articular, disminución de la flexibilidad
Pelo y dientes:
- Cabello seco y quebradizo, aumento de la caída del cabello
- Dientes propensos a la caries, encías retraídas
Ojos:
- Ojos secos, opacidad del cristalino, cataratas
Sistema circulatorio:
- Reducción de la elasticidad vascular, aumento de la tensión arterial
- Exposición al sistema cardiovascular, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares
Metabolismo y digestión:
- Hígado graso, colesterol alto, sobrepeso
- Circulación sanguínea lenta, trastornos metabólicos, hemorroides, estreñimiento, incontinencia
Efectos hormonales y específicos del sexo:
- Mujeres: Menopausia prematura, sequedad vaginal, mayor riesgo de cáncer de mama
- Hombres: impotencia, eyaculación precoz
Sistema inmunitario y vías respiratorias:
- Reducción de la fuerza inmunitaria, reducción de la captación de oxígeno
- Acidificación del organismo
Función renal y hepática:
- Mayor susceptibilidad a la nefritis, insuficiencia renal, diabetes
¿Cuál es la diferencia?
Colágeno e hialurón
El colágeno y el ácido hialurónico se mencionan a menudo juntos, ya que tienen varias similitudes. Ambas sustancias son producidas naturalmente por el organismo, pueden aglutinar grandes cantidades de agua y son cruciales para el aspecto juvenil de la piel. Sin embargo, actúan de forma diferente. El colágeno es una proteína que garantiza la elasticidad y firmeza de la piel. El ácido hialurónico, en cambio, es un polisacárido responsable de un mayor volumen y una mayor hidratación, ya que puede ligar 6.000 veces su propio peso en agua.
Colágeno y Procolágeno
El procolágeno es el precursor del colágeno. El término se refiere tanto a las cadenas individuales de aminoácidos del colágeno como a la triple hélice formada a partir de ellas, que aún tiene los llamados propéptidos en los extremos. Estos propéptidos se escinden inmediatamente después de liberarse de la célula, dando lugar al tropocolágeno, el componente básico de las fibrillas de colágeno y, por tanto, también de las fibras de colágeno finales, que pueden imaginarse como la tau descrita anteriormente.
Colágeno en forma liposomal con vitamina C y aminoácidos:
Este producto hace superfluo todo lo demás.
Tomar colágeno en forma liposomal ofrece la ventaja de una mayor biodisponibilidad. Los liposomas son pequeñas vesículas que encierran el colágeno y garantizan una absorción más eficaz en el torrente sanguíneo. Esto permite que el colágeno se transporte con mayor eficacia a los lugares donde se necesita, como la piel, las articulaciones y el tejido conjuntivo.
La vitamina C desempeña un papel crucial en la síntesis del colágeno, ya que es un cofactor necesario para las enzimas que convierten el procolágeno en colágeno funcional. Sin suficiente vitamina C, el organismo no puede producir colágeno, aunque haya suficiente procolágeno. Por ello, la combinación de colágeno con vitamina C es especialmente eficaz.
Los aminoácidos son los componentes básicos del colágeno. El aporte de estos aminoácidos también ayuda al organismo a producir colágeno con eficacia. La combinación de estos componentes proporciona al organismo exactamente los nutrientes que necesita para maximizar la producción de colágeno.
No son necesarias otras sustancias o tratamientos, ya que esta combinación cubre todos los factores cruciales necesarios para la producción y absorción del colágeno. En concreto, la forma liposomal garantiza una buena absorción del colágeno en el organismo, y el aporte simultáneo de vitamina C y aminoácidos optimiza las condiciones para una utilización eficaz del colágeno. Esto hace superfluos los preparados adicionales o los enfoques de tratamiento más complejos.